Hace más de 20 años que vengo practicando de manera regular deporte. En todo este periodo he tomado vitaminas. Depende de qué especialista llevara mi entrenamiento, unos me decían que las vitaminas eran buenas y necesarias para un rendimiento óptimo, y otros me decían que vitaminas para el deporte sí, pero con moderación ya que pueden dañar la salud física.
Una vez pasado el tiempo y con un criterio más formado, mi opinión de todos estos años de entrenamientos, competiciones, recuperaciones y vuelta a la rutina deportiva, es que las vitaminas son necesarias, y te voy a dar mi argumento.
Las frutas y verduras que tomamos cada día, no son frescas. Gran parte de esta mercancía viene de miles de kilómetros de distancia. Eso quiere decir que desde que ha sido cortada hasta que llega a la tienda, al menos han pasado 4 ó 5 días. Se han perdido vitaminas durante ese tiempo. Y a eso suma el tiempo que estará en tu nevera hasta que la consumas.
Si hay que cocer o preparar esa verdura, hay que aplicarle calor. En esta operación donde intervienen las altas temperaturas, el alimento vuelve a sufrir. Conclusión, se vuelven a perder vitaminas.
Las tierras donde se producen las verduras, normalmente son terrenos sobreexplotados. ¿Qué quiere decir esto? Pues que en un mismo año tienen varias cosechas, según la verdura de la temporada (en verano maíz, en invierno berenjenas y en el invierno – primavera cebada) Todo el año, esa tierra está aportando nutrientes a las verduras, pero claro, todo tiene un límite. Llega un momento en el que la tierra ya no tiene más minerales que aportar (cobre, magnesio, manganeso, zinc, cromo…) con lo que la verdura está pobre en minerales. Por supuesto contando que el cultivo sea al aire libre, que si es en invernadero… digamos que es menos «natural» sin entrar en detalle sobre si es mejor o peor fruta o verdura la de invernadero.
¿Cuál es la conclusión de todo esto? Que las frutas y verduras que tomamos son muy pobres en vitaminas y minerales. Estamos tomando alimentos que creemos nos aportan los nutrientes necesarios y es muy posible que no nos aporten ni la mitad.
La mejora alternativa para tomar alimentos frescos y con un alto nivel de vitaminas y minerales es comprar frutas y verduras que vengan del cultivo ecológico. Tener la precaución de que lo que te llevas a la boca es totalmente ecológico y fresco (recién cortado), es un sello de garantía de que estás ingiriendo las vitaminas y minerales necesarios para que tu cuerpo esté en condiciones saludables.
Como esto también es complicado, la opción que nos queda es suplementarnos con vitaminas.
En el siguiente artículo te voy a contar algo más de las vitaminas, y de cómo muchos amigos relacionados con la salud me dicen que “tanta vitamina no es buena”. Cuando me dicen esto… ¿Sabes qué le contesto yo?
Te espero en el siguiente artículo con la respuesta.
Sé Feliz
Pedro García