En el artículo anterior hemos visto varios motivos por los que tu pulso puede estar más bajo de lo normal cuando realizas ejercicio:
- Sobreentrenamiento.
- Asimilación del entrenamiento.
- Alimentos que te pueden estar provocando algún tipo de alergia o intolerancia.
- Falta de sueño
Indice de contenidos
¿Y si tu pulso está más alto de lo normal cuando realizas ejercicio?
Revisa estos puntos
La hidratación: Muy importante. Si observas que el pulso sube más de lo normal cuando realizas ejercicio y hace tiempo que no bebiste agua, es momento de beber e hidratar a tus músculos porque se están quedando secos. Ojo, recuerda que no todas las bebidas hidratan de igual manera, como vimos en este artículo https://www.deporteysaludfisica.com/cuidado-con-las-bebidas-para-deportista-algunas-no-hidratan-todo-lo-que-tu-cuerpo-necesita/
El periodo de adaptación: Cuando comienzas a realizar ejercicio, es normal que el pulso esté alto, sobre todo al final de la sesión de entrenamiento ya que vas acumulando cansancio. Una vez hayan pasado tres semanas de adaptación a ese entrenamiento, verás que tu pulso se estabiliza y ya no sube tanto al final de cada entreno. Importante hacer ciclos de entrenamientos de tres semanas de carga y una de descanso para asimilar. El siguiente mesociclo cambia el entrenamiento para adaptar al corazón y a los músculos a otros ritmos de trabajo diferentes. Así mejoras tu rendimiento, programando tu entrenamiento.
Puede que no estés bien recuperad@: Si el día anterior entrenaste duro y tu pulso está alto nada más iniciar el entrenamiento… no estás recuperad@ del todo. Salva ese día como puedas y tómate un descanso de al menos 48 horas para asimilar el entrenamiento realizado.
Es posible que necesites un descanso para asimilar: A algunos deportistas cuando necesitan descansar, el pulso no les sube. A otros en cambio, el pulso no les baja, sobre todo en las recuperaciones es donde más se nota este detalle. Tras realizar un esfuerzo intenso, el tiempo de recuperación del corazón cada vez se hace más largo. No baja el pulso igual de rápido que hace un par de semanas, cuando el corazón y los músculos estaban frescos. Revisa tu tabla de entrenamiento y mira desde cuándo no tomas un pequeño descanso regenerativo. Te vendrá bien recuperar mínimo una semana pero ojo, no parado del todo sino de recuperación activa. Vimos algo del descanso activo en un artículo anterior. Echale un vistazo. https://www.deporteysaludfisica.com/a-la-hora-de-descansar-mejor-descanso-activo/
Puede que estés a punto de caer resfriado o con gripe: Si tu pulso se dispara a un ritmo normal de entrenamiento y además comienzas a tener molestias musculares cuando realizas esfuerzos, puede que estés en puertas de un resfriado. Un truco para minimizar los efectos del resfriado: Si justo en ese momento que comienzas a tener esas sensaciones “raras”, si tras el entrenamiento te sientes “con mal cuerpo“, Haz lo siguiente. Si puedes ir a sudar a una sauna o baño turco, ve sin pensarlo dos veces. El tiempo de resfriado o gripe se reduce si haces al menos 10 minutos de sauna los primeros días del resfriado.
Si vas entrenando en un grupo y de salida el pulso va por la nubes… puede que estés en el grupo equivocado y que tus compañeros tengan una forma física superior a la tuya. Revisa tu entrenamiento y márcate objetivos realistas acorde con tu forma física para poco a poco ir subiendo tu nivel deportivo y poder en unos meses, estar junto a ellos y disfrutar de tu deporte.
Si se te dispara muy rápido el pulso en las subidas o cuando haces series, puede que tengas exceso de peso. El peso es un lastre que tenemos que mover y eso requiere de un gasto energético. Cuanto más peso tenemos, más energía gastamos y más esfuerzo necesitamos para desplazarnos. Más necesita nuestro corazón trabajar. Revisa tus hábitos de cada día y trata de averiguar si corrigiendo algunos pequeos detalles, puedes bajar algo de peso. A menos peso, menos energía necesitas para hacer lo mismo. Menos se sube el pulso y más eficiente eres. A esto de bajar de peso te puede echar una mano el plan 5-4-5
Haz click debajo para conseguir el plan 5-4-5
Al salir de la parada y retomar el entreno, el pulso está más alto de lo normal: ¿Tomaste café? ¿Te? Los excitantes aceleran también el pulso. Te dan chispa, pero el pulso te lo suben un poquito.
Si después de revisar estos puntos está todo controlado y sigues con el pulso alto, puede que tengas deficiencia de alguna vitamina y eso esté haciendo trabajar a tu cuerpo más forzado de lo habitual. De ahí ese pulso elevado. Visita a tu médico y que te realice un análisis para tratar de detectar esa deficiencia vitamínica.
Por supuesto el estrés, la falta de sueño…
Ya sabes que no son buenos aliados de una vida sana. Tampoco ayudan a llevar un pulso estabilizado en los entrenamientos.
Venga, dale caña a tu entrenamiento y trata de conseguir la mejor versión de ti mism@.
Si te fueron útiles estos consejos, gracias por compartirlos con tus amigos.
Sé Feliz
Pedro García