Cada vez más me encuentro con personas que son conscientes de que tienen realizar ejercicio físico por salud.
Pero se encuentran con un problema. No les gusta hacer ejercicio físico.
Es cierto.
A muchas persona les aburre el gimnasio, no son capaces (bien sea por falta de voluntad o por falta de habilidad) de correr, se sienten fuera de lugar en una sala de spinning… y la verdad es que los comprendo.
La pasión es la clave de la constancia
Conozco a una persona que no había hecho deporte en su vida pero a los 50 años alguien le dejó una bicicleta y desde entonces no se han badajo de ella. A día de hoy tiene 70 años.
También conozco a otra persona que cogía el coche hasta para ir a comprar el periódico al kiosco de al lado.
Un día alguien le invitó a una marcha por la Sierra de Alor.
Le gustó tanto, que todos los fines de semana se apunta a alguna marcha de más de 4 horas y a diario camina mínimo un par de horas..
Y es que la clave es la pasión.
Cuando haces algo con pasión, no cuentas las horas que dedicas, sino los avances.
Hace poco recibí este mensaje
Hola Pedro.
Estuve asistiendo durante 2 años al gimnasio unas 3 veces por semana buscando mejorar mi salud, el estado de ánimo y sacarme el stress, pero nunca tenía ganas ir.
Casi al final odiaba asistir al gimnasio y me obligaba a mí mismo.
Lo veía como una obligación.
En mucha documentación que he leído, indican que después de un tiempo el cuerpo te pide el ejercicio, que las endorfinas ayudan al ánimo y muchas cosas más, pero no me paso.
Solo sentía cansancio y sufrimiento.
He buscado información pero solo encuentro documentación de lo positivo que te hace sentir el ejercicio. Por ende no encuentro información referente a lo que me pasa.
Además resulta que ahora debiera volver al ejercicio por temas de salud y la verdad es que no encuentro como mentalizarme para poder ver esto de una manera más positiva.
¿Si tuvieran documentación o consejos?
Gracias.
Cuando haces cosas por obligación, la pasión se va marchitando poco a poco y esa actividad que en un principio comenzaste para distraerte, relajarte y mejorar tu salud, acaba siendo un “trabajo», una obligación.
A ver, algún día seguro que tendrás que pelear contra la pereza para tratar de liberarte del sillón y la televisión, pero ojo, algún día.
Si cada día que tienes que hacer ejercicio físico es una lucha mental en tu cabeza entre lo que debes y lo que no debes de hacer… si esto ocurre siempre, es posible que ese deporte o esa actividad física que has elegido para relajarte no sea la más adecuada para ti.
No te está ayudando a relajarte ni te está divirtiendo.
Mi respuesta fue la siguiente.
Hola
No te ocurre nada raro. Simplemente que no te gusta ir al gimnasio. Eso no quiere decir que no te guste hacer ejercicio, sino que no te gusta ir al gimnasio.
¿Te has preguntado qué te gusta?
¿Qué te apasiona?
Deportes de contacto.
Deportes en grupo como fútbol o baloncesto.
Deportes individuales como running, la natación o el ciclismo.
Deportes al aire libre como parkour o calistenia en el parque con amigos…
O simplemente caminar por el parque, el monte o la ciudad con música en tus oídos.
Solamente tienes que descubrir qué te gusta, qué te apasiona.
Cuál es el deporte o la actividad física por la que pagarías dinero para poder realizar.
Esa es la clave.
Descubre qué te apasiona.
Si realizas un ejercicio que te cuesta, que no te gusta, al final es como un trabajo. Lo dejarás y te aburrirás porque no sentirás que recibes nada a cambio, y no hablo de dinero.
Hablo de satisfacción, de realización, de felicidad.
Cuando vas a trabajar lo haces a cambio de dinero. Cambias tu tiempo, tu conocimiento, tus habilidades por un salario.
Pero cuando haces un trabajo y no recibes o no sientes que recibes nada a cambio, esa actividad acabas dejándola.
Busca un deporte que te apasione o una actividad física que te enamore y todo cambiará. Te lo aseguro.
Solo tienes que encontrarla.
Cambia tu forma de pensar y lo verás todo más claro.
Si haces un ejercicio físico que no te gusta ni te atrae, y además lo realizas como “castigo” por tener sobrepeso, el sistema nervioso y el estrés van a bloquear los beneficios que la actividad física produce en tu cuerpo.
En estos casos no se producen ni endorfinas, ni te encuentras bien al terminar de entrenar ni nada de nada. Todo lo contrario.
¿Acaso después de un día duro de trabajo y de otro y otro y otro con alto estrés… hace sentir bien?
Pues claro que no.
Lo mismo ocurre con el ejercicio físico cuando se hace con estrés o por obligación.
Cuando haces un deporte o un ejercicio con el que disfrutas, provocas cambios en tu cuerpo
Al liberar tu cuerpo del estrés es cuando comienzas a notar los beneficios de la actividad física.
Comienzas a liberar endorfinas y eso te hace sentir bien.
Y lo mejor de todo, disfrutas con lo que haces porque ves y sientes los cambio positivos y eso es motivador.
Cuando haces un deporte o una actividad física que te enamora, todo es positivo, tanto en tu mente como en tu cuerpo.
Tu cuerpo está diseñado para ser saludable. Para tener este estado no necesitas complicarte mucho la vida.
Si te alimentas correctamente, lo más saludable posible evitando lo que ya sabes;
Si haces el ejercicio físico que te apasiona, si duermes las horas que tu cuerpo necesita y si relativizas tu día a día evitando situaciones de alto estrés, tu cuerpo te dirá que no quiere enfermar ni depender de los medicamentos.
Una vez que encuentras este equilibrio, tu cuerpo entra en modo de autoreparación.
Será complicado que enfermes y tendrás vitalidad y energía.
Te sentirás bien.
No es tan difícil sentirse saludable cuando pones voluntad y consciencia en tu día a día.
¿Estás preparad@ para ser y sentirte saludable?
Ánimo y adelante.
Sé feliz
Pedro García
Saber orinar sobre la bici mientras estás entrenando puede ser una técnica que te evite tener que perseguir o tener que quedarte solo y acabar el entrenamiento sin compañeros.
En este artículo te detallo los pasos que debes de seguir para que puedas miccionar en plena ruta sin poner pie a tierra.
Aprende esta interesante técnica que te ayudará a mear sobre la bici sin pararte.
Hay una leyenda urbana que dice que las personas, a medida que vamos siendo mayores, vamos perdiendo masa muscular. Reza la leyenda que para que esto ocurra, es necesario tener una vida sedentaria, pasar muchas horas viendo la tele, no hacer apenas deporte … en definitiva, no mover mucho el cuerpo y haber perdido la ilusión por conseguir metas.
Algunas personas no han escuchado nunca de esa leyenda urbana y por el contrario siguen haciendo ejercicio físico, se marcan cada año nuevos retos y eliminan todos los límites mentales que a esa edad una persona pueda crearse.
Este es el caso de Joan Babot, un chaval de casi 70 años que comenzó a entrenar conmigo hace un año y nunca, nunca, nunca, ha perdido la ilusión. Tanto es así que por ejemplo, en una de las carreras que ha realizado este año ha conseguido rebajar su mejor marca en casi media hora.
Te dejo con el relato de su historia contado por el mismo.
El que algunas personas puedan ser más sensibles que otras a estos cambios de atmósfera hace que tengan desventaja en esa época a la hora de competir, o simplemente que lo pasen mal para llevar el ritmo de entrenamiento de un grupo, o que sencillamente les cueste levantarse de la cama para ir al trabajo, por lo que cuando llega la hora del entrenamiento, no tienen fuerza para arrastrar su cuerpo hacia el gimnasio o a la clase que toque ese día.
Sientes todo el día tu cuerpo cansado y muy pesado. Tienes un sueño excesivo y es muy difícil concentrarte. Cuando haces deporte, las pulsaciones y la respiración suben muy rápido y casi no tienes fuerza. Tienes un agotamiento continuo que te impide hacer una vida normal.
Si eres una “plantita” de las que le afectan los cambios de atmósfera, aquí te dejo unos consejos para que esos días pasen lo más rápido posible
Por qué cuando comes algo dulce al rato tienes hambre
A ver si te suena esta situación
Tienes hambre un día cualquiera por la tarde. Te acercas a la cocina a coger algo para picar pero tu cerebro pide algo dulce. Un pastelito, un bollo, un donuts…
Coges algo dulce y te lo comes, pero al rato, de nuevo vuelves a tener hambre y vuelves a coger otro bocado dulce.
Esta operación la puedes repetir varias veces. Tienes sensación de hambre, comes algo muy dulce para tratar de solucionarlo pero no lo solucionas, ya que al rato vuelves a tener la necesidad de comer. Ojo, y dijo SENSACION DE HAMBRE y no digo HAMBRE, ya que el hambre se quita comiendo, pero en estos casos, parece que cuanto más comes, más hambre tienes.
TE cuento un truco para evitar esta situación
Tras un entrenamiento duro tus músculos están ardiendo. Echales agua fría para que recuperen antes. Baja su temperatura, especialmente en verano.
¿Se pueden complementar el ciclismo y el running? ¿no es contraproducente? Echale un vistazo a este artículo
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Un comentario
Me ha servido un montón la información de este artículo. Quiero agradecerles la dedicación. ¡Mil gracias!…