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Está claro que nadie va a mejorar con el paso del tiempo. Cuando rondamos los 20 años, sin duda alguna estamos en la mejor etapa de la vida. Casi no nos cansamos, tenemos vitalidad, podemos hacer deporte por la mañana, salir de marcha por la noche y al a mañana siguiente ir a la piscina, que nuestro cuerpo aguanta y se recupera con un bocadillo y una siesta.
Una vez que cuplés los 30… ya la vida se ve de otra manera. Como que todo cuesta más, engordamos más fácilmente, nos cansamos más. Parece que nuestro estado de forma y la salud física comienza un vertiginoso descenso que no tiene fin. Y si a eso le unes que te casas y cambias tus hábitos…y no tienes tanto tiempo para hacer ejercicio físico… hay algunas personas que parece que entre los 25 y los 35 años han pasado por lo menos 20 años.
Típico a partir de esa edad cansarse al subir una escalera que antes se subían de dos en dos los escalones, o de no poder correr porque enseguida se quedan sin aire.
Evidentemente, si has sido una persona disciplinada y has conseguido llegar a esa edad con una rutina semanal de ejercicio físico, te diré que estás trabajando en el buen camino para ralentizar el proceso de envejecimiento de tu cuerpo.
Si no has empezado todavía a mirar por tu salud física y estás interesado en comenzar, te preguntarás… ¿Y cómo empiezo? ¿Cómo lo hago? ¿A qué intensidad?
Lo primero de todo que tienes que tener es…
… NO TE CONFUNDAS…
el equipo no es lo primero que tienes que tener. No son ni las zapatillas, ni la ropa, ni estar apuntado a un gimnasio. Todo esto puede ser necesario, pero no tanto como la VOLUNTAD . Tienes que estar concienciado en qué es lo que vas a hacer, por qué lo vas a hacer y qué vas a conseguir con ello.
Piensa que estamos hablando de tu salud física. Recuerda que tu cuerpo tiene que acompañarte por TODA tu vida, y cuanto mejor esté, mejor calidad de vida tendrás.
Así que para comenzar a cuidarlo haciendo deporte,de manera efectiva, te contaré que un estudio de la universidad de Bloomsburg en Pensilvania, analizó el consumo de oxígeno máximo a personas entre los 40 y 90 años con distinta condición física, tanto atletas como personas sedentarias.
El estudio concluyó que el ejercicio mejor aprovechado por nuestro organismo es aquel que se realiza alrededor del 80% del pulso máximo durante al menos 30 minutos por 3 veces por semana.
Este estudio arrojó mucha luz sobre nuevas maneras de entrenar, ya que hasta entonces se había pensado que la mejor manera de realizar ejercicio físico era trabajando con intensidad moderada, especialmente en personas por encima de los 60 años.
Como conclusión, podemos sacar que incrementar el ejercicio físico nos va a reportar beneficios, pero si lo que queremos es realizar entrenamientos efectivos que reporten importantes beneficio de salud física a nuestro organismo, tendremos que entrenar más fuerte, alrededor de nuestro 80% del pulso máximo.
Sé Feliz
Pedro García
