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ToggleEl pulso matutino es quien te va a indicar si ya estás recuperad@ para realizar otro entrenamiento de calidad.
Llevar un control de tu pulso matutino es una buena rutina. Sabiendo los latidos por minuto que da tu corazón por la mañana antes de comenzar el nuevo día, puedes conocer si has asimilado bien el entrenamiento del fin de semana, o esas series tan duras que te quedaron agotad@. Incluso te avisan sobre si estás a punto de entrar en una enfermedad como un resfriado o simplemente si necesitas descansar para asimilar tanto entrenamiento acumulado.
Tan fácil como cada mañana al levantarte, coger el hábito de tomar el pulso (siempre en las mismas condiciones) y apuntarlo. Día a día vas viendo la evolución de tu corazón; si bajan los latidos, si suben, si se mantienen, si un día lo tienes más alto de lo normal…
Si esto lo pones en tu hoja de entrenamiento junto con el entrenamiento realizado, vas teniendo información sobre cómo tu estado de forma va avanzando. Pero muy importante; también puedes controlar cuando tu estado de forma se estanca o cuándo necesitas un descanso.
El pulso matutino es un excelente “chivato” de cómo de bien o de mal lo estás haciendo en tus entrenamientos.
Esto lo vimos en un artículo anterior https://www.deporteysaludfisica.com/la-frecuencia-cardiaca-en-reposo-un-indicador-de-la-asimilacion-del-entrenamiento/
Personalmente, a mí me gusta tomarme el pulso en la cama, antes de levantarme. Me despierto, dejo que pasen unos minutos mientras visualizo en mi mente lo que voy a hacer en el día, y cuando pasados unos minutos tengo el pulso estable, me lo tomo. Sé que esto puede ser un poco complicado si lo haces con un pulsómetro:
- Te tienes que colocar la cinta en el pecho.
- Esta no está lo suficientemente húmeda como para que transmita el pulso.
- Buscas el pulsómetro en la mesilla intentando de no hacer ruido.
- Tratas de moverte lo menos posible hasta que tienes todo colocado.
- … Y la mayoría de las veces, tu pareja se despierta mosquead@.
Es una lata hacer esto con el pulsómetro.
Una opción interesante para tomar el pulso por la mañana y no molestar a nadie es el Pulsioxímetro.
El pulsioxímetro es un pulsómetro que te lo colocas en el dedo y te mide en el momento el pulso y la saturación de oxígeno en sangre.
El valor del pulso ya sabemos para qué sirve. Además, el resultado es inmediato. Lo pones en el dedo, se enciende una luz roja y en menos de dos segundos tienes el pulso. De esta manera no molestas a nadie y lo puedes hacer cada mañana para tener el dato de tu pulso matutino y calcular la relación de asimilación de entrenamiento.
El pulsioxímetro también te da el valor de la saturación de oxígeno en sangre. En personas sanas, este valor suele estar entre 95 y 100 y te indica cómo de bien están funcionando tus pulmones. Si el índice de saturación de oxígeno cae por debajo de 90, hay una larga lista de cosas que te pueden estar pasando. Estaría bien que en este caso visitaras a tu médico y se lo contaras. En personas sana no es normal un índice de saturación de oxígeno por debajo de 90.
Es importante colocar siempre el pulsioxímetro en el mismo dedo si quieres tener resultados fiables. El motivo es que no en todos los dedos hay siempre la misma saturación de oxígeno. Yo por ejemplo, en el índice de la mano derecha consigo mayor saturación de oxígeno que en el de la mano izquierda. Digo yo que será por la distribución de los capilares en cada dedo. El caso es que si quieres tener resultados fiables, trata de poner siempre el pulsioxímetro en el mismo dedo.
Un pulsioxímetro es fácil de comprar y no tiene un precio elevado. Es un aparato pequeño y útil que te ayudará a tener datos sobre cómo de bien o de mal está recuperando tu cuerpo de los entrenamientos.
Sé Feliz
Pedro García