El cuerpo humano es una máquina perfecta y como tal administra de manera autónoma el combustible que necesita para hacer la actividad en cada momento.
El organismo dispone principalmente de tres tipos de combustibles para funcionar.
Azucar o Estopa
Glucógeno o Palitos
Grasa o tronco
Indice de contenidos
En deporte y salud física te contaré con un claro ejemplo cómo funcionamos:
Cuando enciendes una hoguera, lo primero que utilizas es un material que prenda rápido. Algo que no ofrezca mucha resistencia. Ahí se utiliza la estopa, o hierbas secas. Un material que prende enseguida pero que no puede mantenerse encendido por mucho tiempo ya que se consume muy rápido.
El cuerpo para comenzar a hacer deporte utiliza el Azúcar.
El azúcar es el primer combustible que se quema. Es rápido, fácil de digerir y explosivo. Llega directamente de la sangre al músculo. Es lo primero que utilizamos al hacer deporte.
Una vez que el fuego está encendido, necesitamos elevarlo al máximo para que no se apague. Para ello echamos los palitos, que es un material más consistente y aviva el fuego durante más tiempo que la estopa. El organismo para mantener una actividad elevada utiliza el Glucógeno. Este combustible se utiliza una vez que se ha arrancado a hacer deporte. El glucógeno es la reserva de energía que proviene de los hidratos de carbonos y se almacena en el hígado. Cuanto mayor sea nuestra adaptación al deporte, mayor serán nuestros depósitos de reserva de glucógeno. Este combustible nos ayudará a mantener durante tiempo el ejercicio a altas intensidades.
Cuando la hoguera está a un ritmo que no le pides que caliente más pero que mantenga el calorcito, es cuando se echan los troncos gordos, para que continúe dando calor, cuando no le vamos a pedir a esa hoguera más que un mantenimiento.
El organismo para mantener una actividad suave pero continua utiliza la Grasa.
Usamos la grasa cuando la demanda de energía no es muy intensa, cuando vamos por debajo del 80% de nuestro pulso máximo.
Es por ello que para que haya una demanda máxima de este tipo de combustible en nuestro cuerpo y queramos trabajar de una manera efectiva en la zona quemagrasas, tenemos que ir a unas pulsaciones determinadas (por debajo del 80%) ya que si vamos por encima, estarnos demandando otro tipo de combustible y no conseguiremos el objetivo de quemar grasas.
Si quieres quemar grasa de manera efectiva, trabaja por debajo del 80% de tu pulso máximo, sin embargo más adelante mostraremos aquí en deporte y salud física que alternar deporte aeróbico (quemagrasa o usar tronco como combustible) con el trabajo anaeróbico (zona de trabajo intensa o palos como combustible) es un remedio muy eficaz también para quemar más grasa todavía.
Espero que te haya servido esta sencilla explicación de cómo funcionan los distintos combustibles en nuestro cuerpo. Por supuesto es mucho más complejo que esto porque depende de la intensidad, de la frecuencia, de la recuperación de…. pero esta es la base de cómo funciona.
Sé Feliz
Pedro García
3 comentarios
Clarito y contundente. yo no lo hubiera dicho mejor