¿Alguna vez te has sentido extraño, con dolor de garganta, y te has preguntado si deberías ir al gimnasio? Es un dilema común para quienes hacen ejercicio regularmente.
Si te encuentras en esta situación, aquí tienes una guía para ayudarte a decidir cuándo es seguro hacer ejercicio físico y cuándo es mejor quedarte en casa descansando.
El truco está en prestar atención a dónde se centran tus síntomas.
Hacer ejercicio con gripe puede ser una decisión delicada.
Según los síntomas, es posible realizar actividad física moderada si son «por encima del cuello».
En estos casos, se sugiere disminuir la intensidad y optar por actividades suaves como caminar.
Sin embargo, si los síntomas son «por debajo del cuello», se desaconseja hacer ejercicio para evitar complicaciones.
Es importante en ambos casos cuidar la intensidad del ejercicio y seguir pautas generales de salud al realizar ejercicio físico cuando estás enferm@.
Recuerda, descansar cuando estás enfermo no arruinará tu estado físico. Al contrario, permitirá que tu cuerpo se recupere más rápidamente. Cuando estés constipado, es importante escuchar a tu cuerpo y darle el descanso que necesita para sanar.
Síntomas de la garganta hacia arriba:
Si estos son tus síntomas, es posible que puedas hacer ejercicio con precaución y moderación. Evita la intensidad extrema y asegúrate de no exponerte al frío después del ejercicio. Una sesión de mantenimiento será suficiente para mantenerte activo sin empeorar tu condición.
Si presentas síntomas como goteo nasal, congestión nasal, estornudos y dolor de garganta leve, es posible realizar actividad física de forma moderada. Es importante tener en cuenta que estos síntomas indican un resfriado común sin fiebre.
Para adaptar tus entrenamientos, te recomendamos bajar la intensidad y duración de los ejercicios.
Por ejemplo, puedes optar por caminar en lugar de correr, o por dar un paseo en bicicleta pero a baja intensidad.
Recuerda escuchar a tu cuerpo y no excederte en el esfuerzo.
Cuando quieres hacer ejercicio con gripe y solamente tienes síntomas ‘por encima del cuello’, existen diversas actividades físicas que son más adecuadas.
Algunas opciones recomendadas son:
Es preferible realizar estas actividades en casa o al aire libre como salir a caminar antes que elegir lugares concurridos o cerrados como los gimnasios. Así reduces el riesgo de contagio y proteges a otros.
Estas actividades son beneficiosa para tu salud, pero adaptada el tiempo y la intensidad a tus condiciones.
MUY IMPORTANTE: Hasta que la recuperación no sea completa, recuerda evitar ejercicios extenuantes o de alta intensidad que puedan agotarte aún más o empeorar tus síntomas.
Síntomas de la garganta hacia abajo:
Si presentas síntomas como congestión en el pecho, tos áspera o malestar estomacal, es recomendable abstenerse de realizar cualquier tipo de ejercicio.
Estos síntomas indican que la enfermedad está afectando el sistema respiratorio y/o gastrointestinal, lo cual aumenta el riesgo de complicaciones si se realiza algún tipo de ejercicio físico.
Si estos son tus síntomas, es mejor que te quedes en casa y descanses. Hacer ejercicio físico puede empeorar tu condición y retrasar tu recuperación.
Además de los síntomas específicos mencionados anteriormente, existen otras situaciones en las que se desaconseja hacer ejercicio.
Si presentas fiebre, fatiga o dolor muscular generalizado, es importante que evites cualquier tipo de actividad física. Estos síntomas son indicadores de que el cuerpo está luchando contra la enfermedad y necesita descanso para recuperarse adecuadamente.
Asimismo, si has sido diagnosticado con COVID-19 u otra enfermedad contagiosa, es fundamental que te mantengas en reposo y evites hacer ejercicio para no poner en riesgo tu salud y la de los demás.
Recuerda que escuchar a tu cuerpo y atender a los síntomas que presenta es crucial a la hora de decidir si realizar o no ejercicio estando enfermo. Tomar unos días de descanso no afectará tu rendimiento a largo plazo, y es fundamental priorizar la recuperación de tu salud.
Debemos de partir de la base de que si el cuerpo está pasando por una situación de enfermedad, es necesario darle toda la ayuda posible para que pueda recuperar la homeostasis o equilibrio interno en el menor tiempo posible, y esto pasa por cuidar la alimentación, mejorar la calidad de sueño y reducir el nivel de estrés, entre otros.
Si realizas actividad física, estás desbalanceando los recursos que el sistema inmunitario tiene que dedicar para combatir la enfermedad y esto puede hacer que esta situación se prolongue en el tiempo.
Así y todo, si decides realizar ejercicio enferm@ (cosa que desaconsejo), es importante bajar la intensidad para evitar complicaciones y lesiones para evitar sobrecargar el cuerpo debilitado por la gripe.
Recuerda que en esta situación el objetivo principal es permitir que el cuerpo se recupere gradualmente. Adapta tu estilo de vida a tu estado de salud para tener una vida saludable.
Además de reducir la intensidad del ejercicio, es importante seguir algunos cuidados generales al hacer ejercicio estando enfermo:
Estos cuidados adicionales contribuirán a una mejoría más rápida y ayudarán a prevenir posibles complicaciones durante el ejercicio mientras estés enfermo.
Así que la próxima vez que te encuentres enfermo, recuerda estos consejos. La mejor opción es siempre quedarse en casa, descansar y permitir que tu cuerpo haga su trabajo.
Pero si estás enferm@, la recomendación más sensata es parar unos días para ayudar a tu cuerpo a recuperar.
Sé Feliz
Pedro García
Muchas veces llegas a casa después de un largo día de trabajo y lo que menos te apetece es hacer deporte. Sabes que es bueno para tu salud, pero no te apetece.
En este artículo te doy varios consejos que te ayudarán (casi sin enterarte) a crear hábitos y rutinas saludables para mejorar tu salud física.
Parece algo muy obvio, pero en esta frase tan corta debe de haber algo que no entra en la cabeza de los deportistas aficionados.
¿A cuántas personas conocemos que hacen ejercicio con una lesión?
Unos arrastran desde hace algún tiempo una tendinitis rotuliana y se ponen una goma, esparadrapo o cinta justo debajo de la rodilla.
A otros les pasa lo mismo pero en el antebrazo, por ejemplo aquellos que practican deportes de raqueta, golf… y no son capaces de recuperar de una vez la epicondilitis.
Los hay que llevan mucho tiempo en el gimnasio y tras años de mover cargas excesivas tienen problemas con algunas articulaciones, manguito rotador, rodillas, espalda…
Hay multitud de técnicas e infinidad de productos que nos pueden ayudar a salir de las lesiones, pero es un error depositar toda la confianza en ellos sin poner de nuestra parte. Pensar que una crema, que un masaje, que una sesión de acupuntura, que la crioterapia, que el taping, que la electroestimulación… va a conseguir hacer el milagro de sacarnos de la lesión por arte de magia mientras seguimos haciendo ejercicio a la misma intensidad, es un frecuente error en el que caemos muy a menudo.
El aguacate es una fruta que no debe de faltar en tu nevera o heladera.
Te ayuda a controlar el hambre ya que es saciante, aporta multitud de vitaminas, fibra y minerales, es fácil de preparar y de conservar y lo mejor de todo… no engorda.
Conoce más acerca de cómo el aguacate puede ayudarte a mejorar tu salud física y a controlar tu peso.
Existe un grupo de riesgo en personas que solamente hacen deporte el fin de semana. Sé moderado con la intensidad y con el tiempo y estarás cuidadon tu salud física.
Si eres deportista de fin de semana, de sábados y domingo, te intenresa leer este artículo
Si estás pensando que necesitas hacer una dieta para reducir grasa o para afinar y definir y tienes contemplada la opción de reducción drástica de la comida mientras sigues haciendo ejercicio, quítate de la cabeza la idea de pasar hambre. Sé inteligente y utiliza alimentos que no se acumulen como grasa.
Los ciclistas somos una especie muy competitiva. Nos gusta cada día ir a más, mejorar, ser mejores.
Para que esto suceda, debemos de evitar una serie de hábitos que nos impiden mejorar.
Aquí te dejo un listado con 10 malos hábitos que tenemos de tratar de evitar si queremos mejorar, si queremos avanzar cada día más en nuestros entrenamientos.
Paradas para desayunar excesivamente largas…
No comer nada tras un entrenamiento…
Saltar a todo lo que se mueve y no entrenar en nuestro pulso…
Salir solamente el fin de semana…
¿Algún hábito de estos es tuyo?
Echa un vistazo a este artículo.
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Un comentario
Otras curiosidades sobre la fiebre.
La fiebre libera la hormona del crecimiento (GH) [Por eso los niños, cuando están enfermos en cama, crecen].
Y como decías en el artículo «Peligros de desayunar poco y cenar mucho»; «algunas horas después de irnos a dormir, nuestro organismo libera en la sangre la hormona del crecimiento, […] que transforma la grasa en músculo y fortalece nuestro sistema inmunitario.
Al final, va a ser un lujo eso de tener fiebre jejeje