Cada vez que algún cliente contrata un plan para perder peso, siempre envío un cuestionario para conocer sus hábitos y hacerme una idea de cómo es esa persona.
En ese cuestionario siempre pregunto por las tres inquietudes principales que motivan a esa persona a contratar un plan para perder peso.
En el 98% de los casos aparecen siempre estas dos cuestiones marcada.
La primera es sencilla, ¿verdad?
Todos sabemos qué es lo que tenemos que hacer para perder peso.
Sin ir más lejos, hay decenas de artículos en esta web que te ayudarán a ello:
Desde comer en platos más pequeños hasta masticar 20 veces cada bocado pasando por eliminar el azúcar y las harinas refinadas de tu alimentación y por supuesto los productos industriales.
Cuanto más natural comas, mucho mejor para tu salud y para tu peso.
Es más, todos sabemos cuándo estamos comiendo saludablemente y cuándo nos estamos pasando con la comida.
Eses es, bajo mi punto de vista, el mayor reto al que se enfrentan las personas. Tener la voluntad suficiente para ser más fuerte que su deseo (de comer algo dulce, de tomar una bebida azucarada, de evitar la hamburguesa doble con patatas…)
En este artículo hablamos sobre ello hace algunos años
Bueno. Supongamos que has conseguido la voluntad necesaria para hacer las cosas correctamente y conseguir perder peso, como hizo nuestro amigo Mariano:
«Hola Pedro: Muchas gracias por haberme ayudado estos meses a perder peso.
Gracias a tus planes personalizados y recomendaciones ya logre bajar 12 kg y estoy muy contento y orgulloso de mis logros, además de sentirme mejor física y mentalmente.
Ahora mi duda es como hacer para mantener el peso, que recomendaciones me podrías dar y cuáles son los alimentos qué debería evitar de noche.
Siempre son muy buenos tus aportes.
Un cálido abrazo.
Mariano»
Estas eran las cuestiones y las inquietudes de Mariano, un chaval con el que estuve 5 meses y que por suerte y gracias a su voluntad, salió todo muy bien.
A Mariano le ocurría lo que a muchas personas:
Lo que no tenía claro Mariano era lo siguiente
La respuesta a Mariano fue muy sencilla. Es una frase de Einstein que me encanta.
¿A qué me refiero?
Sencillo.
A eso es a lo que me refiero.
El perder peso no es una meta a la que llega y ya has acabado. No.
El perder peso Y MANTENERLO DESPUÉS EN EL TIEMPO es llegar a un destino y mantenerte allí, es decir, seguir con los hábitos que te han llevado hasta allí, hasta la pérdida de peso.
Por eso el perder peso no se puede ver como una esclavitud, como una pelea continua con los alimentos, como una situación continua de hambre, como una negación continua a los alimentos que deseas, una RENUNCIA CONTINUA y una sensación de malestar que estás deseando que acabe para tomarte una pizza o una hamburguesa, o dos, o tres…
A continuación te indico los puntos más importantes que te ayudarán a mejorar tu relación con la comida para que tu día a día sea más llevadero.
Lo primero y más importante saber cuáles son tus enemigos de verdad:
El azúcar: Tienes que eliminarlo de tu dieta, empezando por el directo; como el que echas al café por la mañana. Trata de irlo reduciendo poco a poco, semana a semana.
Recuerda que esto no es una batalla de una semana ni dos, es un nuevo estilo de vida que te vas a crear para el resto de tu vida. Un nuevo estilo de vida que te hará sentir mejor, más saludable, con más energía…
Si piensas que las cosas sin azúcar están malas, o que es imposible tomar café sin azúcar, trata de recordar la primera cerveza. Seguro que recuerdas el amargor en tu paladar, amargor al que poco a poco te has ido acostumbrando.
Lo mismo ocurre con el azúcar.
Poco a poco te irás olvidando de ella hasta el punto que llegará un día en el que te sabrá raro un café con azúcar.
Te lo digo por experiencia. Yo era de los de tres azucarillos en el café…
También evita los pasteles y dulces y por supuesto los zumos y refrescos azucarados. Cuanto más azúcar vayas quitando de tu vida, menos azúcar te pedirá tu cuerpo.
Esto es un trabajo que no se hace de la noche a la mañana. Por ejemplo si eres de los que echas dos azucarillos al café, durante dos semanas comienza a echar un azucarillo y medio. Dos semanas después, echa un azucarillo y cuarto y otras dos semanas después, utiliza solamente un azucarillo.
Dos semanas más tarde… ve poco a poco echando cada vez menos azúcar al café.
El paladar lo notará raro, pero a la vuelta de tres meses, estarás hecho a ese nuevo sabor.
Pruébalo.
Haz lo mismo con los dulces. Si te toma un par de dulces en la merienda, baja a 1 pastel durante un mes.
Al mes siguiente tómalo en días alternos por dos semanas, y otras dos semanas, tómalo cada tres días.
Ve poco a poco desenganchándote del azúcar.
Los alimentos procesados son tu otro gran enemigo. En este lote entran todo lo que lleva harinas refinadas, aceites refinados, grasas y carnes procesadas y azúcares refinados, como las pizzas, las hamburguesas, las patatas fritas, los embutidos industriales y snacks dulces y salados… Mucho cuidado con este tipo de alimento.
Es tu segundo gran enemigo para perder y mantener tu peso.
El último gran enemigo para conseguir una relación saludable con la comida:
Las grandes cantidades de comidas: Es necesario aprender a regular las cantidades de comida.
Con esto no estoy diciendo que tengas que pasar hambre, sino que hay que crearse un nuevo hábito que acostumbre a tu estómago a estar saciado con menos cantidad de comida, y te explico.
Si llevas muchos años comiendo dos platos de arroz (por ejemplo) y después 4 filetes de pollo con patatas y por último un flan, tienes que ir poco a poco tratando de bajar esta cantidad de comida para que tu estómago se haga progresivamente más pequeño.
Al igual que te he propuesto hacer con el azúcar, así tienes que ir haciendo con la ingesta de comida.
Cada semana ir bajando poco a poco la cantidad de comida que comes.
Por ejemplo: Las 2 primeras semanas, en vez de comer dos platos de arroz, toma plato y medio.
Las dos siguientes semana quita un filete de pollo.
Las otras dos quita otro medio plato de arroz… poco a poco y progresivamente.
Si te quedas con hambre, utiliza el truco del vaso de agua antes de las comidas. Te ayudará a tener la sensación de saciedad mucho antes.
Te dejo con un artículo con 18 sencillos trucos que te ayudarán a bajar de peso, entre ellos este del agua, que te ayudarán a comer menos y a perder peso
La comida de verdad, la comida que te sacia y que te aportará nutrientes, vitaminas y minerales. Este tipo de comida no te hará engordar y mantendrá o bajará tu peso.
¿Y no podré volver a comer una hamburguesa o una pizza nunca más en mi vida?
Bueno, una vez a la semana te puedes dar el capricho si te apetece. No pasará nada.
Pero ojo, una vez por semana, no un día por semana a mediodía y por la noche. Eso serían dos veces…
Si quieres resultados diferentes, si quieres perder peso y sobre todo mantenerlo durante mucho tiempo, tienes que crear hábitos diferentes a los que te llevaron a coger peso y tener kilos de más.
Hábitos duraderos en el tiempo, que no signifiquen un sacrificio ni un martirio para ti cada día.
Sólo creándote nuevos hábitos, conseguirás nuevos resultados.
¿Estás dispuest@ a ello?
Sé Feliz
Pedro García.
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